El debate que tratamos hoy es un debate filosófico pero también un debate práctico. El saber si el dinero aporta o no más bienestar (concepto más neutro o hasta cierto punto algo objetivo) o felicidad (más subjetivo y complejo) puede y debe de ayudar a tomar decisiones de cómo vivir nuestras vidas.
Bienestar y felicidad
El bienestar (well-being) y la felicidad son dos conceptos relacionados pero distintos. El bienestar se refiere a un estado de satisfacción y equilibrio en la vida, que incluye aspectos como la salud física y mental, el sentido de propósito y significado, la seguridad financiera, el bienestar social...
En cambio, la felicidad se refiere a un estado de ánimo positivo y placentero, que puede ser el resultado de logros, relaciones satisfactorias, o simplemente sentirse bien con uno mismo.
Desde un punto de vista filosófico, el bienestar se ha abordado en la filosofía antigua, como en la ética de Aristóteles, quien lo consideraba como uno de los objetivos de la vida humana. También en la filosofía contemporánea, se han desarrollado teorías sobre el bienestar, como la de Amartya Sen, quien sostiene que el bienestar debe ser medido no solo en términos de riqueza y consumo, sino también en términos de capacidades y libertades para llevar una vida valiosa.
Por otro lado, la felicidad ha sido un tema central en la filosofía desde la antigüedad. Para los filósofos griegos, como Epicuro y Aristipo, la felicidad se lograba a través del placer y la satisfacción de los deseos. En cambio, para Platón y Aristóteles, la felicidad se alcanzaba a través de la realización de la virtud y la contemplación de lo divino.
En resumen, el bienestar y la felicidad son dos conceptos diferentes que se relacionan en la búsqueda de una vida plena y satisfactoria.
El estudio de Kahneman
El estudio "High income improves evaluation of life but not emotional well-being" publicado en 2010 en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences of the United States of America (PNAS) por Daniel Kahneman y Angus Deaton, examinó la relación entre el ingreso y el bienestar emocional en los Estados Unidos. Según el estudio, existe una correlación positiva entre el ingreso y la satisfacción con la vida, pero solo hasta cierto punto.
Los autores encontraron que ingresos anuales de alrededor 75.000 dólares por familia es el umbral en el cual se alcanza el máximo nivel de bienestar emocional. Después de ese punto, el aumento en el ingreso tiene muy poca relación con la felicidad emocional. Además, el estudio también muestra que la relación entre los ingresos y la felicidad es más fuerte para las personas que tienen ingresos bajos en comparación con las que tienen ingresos más altos.
Este dato de 75.000 $ equivaldría a unos 70.000 € en España.
El estudio sugiere así que los ingresos contribuyen y pueden estar relacionados con el bienestar/la felicidad, pero solo hasta un punto específico, y que hay otros factores como las relaciones personales y la satisfacción en el trabajo que también influyen en el bienestar emocional de cada uno.
Hasta aquí todo bien y todo suena razonable, y seguramente sea el marco de pensamiento en el que nos movemos la mayoría de las personas que tenemos vidas razonablente acomodadas.
El estudio de Killingsworth
Pero en el año 2021 Killingsworth publica el artículo "Experienced well-being rises with income, even above ~$ 75,000 per year" publicado en 2021 en la revista científica Nature Human Behaviour, en el que presenta un estudio que examina la relación entre el ingreso y el bienestar emocional. Los autores encontraron que, a diferencia del estudio anterior de Kahneman y Deaton, la relación positiva entre el ingreso y la felicidad emocional continúa incluso para aquellos o aquella familias que ganan más de 75.000 dólares por año.
El estudio analizó datos de más de 33,000 personas de los Estados Unidos, Reino Unido y Alemania, y encontró que el bienestar emocional, medido por la satisfacción con la vida y el estado de ánimo positivo, aumenta a medida que aumenta el ingreso, sugiere que la relación entre el ingreso y la felicidad emocional no tiene un límite superior claro,
En relación con el estudio anterior de Kahneman y Deaton, este nuevo estudio sugiere que la relación entre el ingreso y la felicidad emocional no tiene un límite superior claro, y que el bienestar emocional puede continuar aumentando incluso para aquellos que ganan más de $75,000 dólares por año.
La resolución: el estudio de los dos
Este mes de Marzo de 2023 los dos autores principales de los artículos previos publicaron un artículo en PNAS tras unirse en una en una "colaboración adversaria" y pidieron a Barbara Mellers que fuera la facilitadora. Previamente habían acordado que ambos estudios habían producido resultados válidos y que era su responsabilidad buscar una interpretación que explicara ambos hallazgos y poder responder a la pregunta de: ¿El dinero puede comprar la felicidad? En su colaboración se buscó una interpretación coherente de ambos estudios.
Un reanálisis de los datos de muestreo de experiencia de Killingsworth confirmó el patrón de aplanamiento solo para las personas menos felices. La felicidad aumenta constantemente con (el logaritmo de) los ingresos entre las personas más felices e incluso se acelera en el grupo más feliz. Según el artículo Kahneman y Deaton podrían haber llegado a la conclusión correcta si hubieran descrito sus resultados en términos de infelicidad en lugar de felicidad; sus medidas no podían discriminar entre grados de felicidad debido a un efecto de techo en la medida de esta variable. Los autores de ambos estudios no anticiparon que el aumento de ingresos se asocia con cambios sistemáticos en la forma de la distribución de la felicidad.
Cómo vemos, la frase clásica de "El dinero no da la felicidad" es menos cierta de lo que parece, o al menos solo es cierta si la pronuncia quien pertenece al 15% más negativo o menos satisfecho de la población.
¿Qué implicaciones pueden tener estos datos para nuestras vidas? Pues quizá asumir que algunas ideas preconcebidas en nuestra sociedad no son del todo ciertas, y que sin que sea la única prioridad de nuestras vidas el querer tener unos ingresos lo más altos posibles si pueden contribuir a nestro grado de bienestar y/o felicidad en la vida.
Dejo aquí por si es útil para alguien los salarios medios por rama o sector profesional.
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