No creo mucho en predecir el futuro, y en caso de que alguien encontrara una manera de poder hacerlo, no creo que nos la contara a tí o a mí. Pero si creo que puede intentar estimarse de una manera razonable las rentabilidades que vamos a poder obtener de nuestras inversiones a largo plazo en función de datos como las valoraciones actuales (si están o no baratas las acciones, los bonos...) y teniendo en cuenta los datos históricos que existen.
En el banco de inversión inglés Barings comenzaron a hacer predicciones a 10 años vista en el 2003, por lo que ya conocemos sus resultados de los últimos tres años. Utilizan datos como el impacto de la demografía, la productividad y la disponibilidad del crédito. Los resultados de sus predicciones fueron buenos en 2013, 2014, y lo volvieron a ser en 2015. Mira la comparación entre lo que predijeron y la realidad del 2015:
Bastante impresionante para la mayoría de activos ¿verdad? Predijeron por ejemplo 11.4 % anual para acciones de mercados emergentes (EM equities) y la realidad fue un 11%. Los datos reales que se han desviado más de sus predicciones han sido las rentabilidades más altas de lo esperado en bonos, probablemente debidas al fenómeno de la represión financiera: la intervención de los gobiernos a través de los bajos tipos de interés marcados por los bancos centrales de manera que el dinero en cuentas (en cash) no ha brindado casi ninguna rentabilidad, haciendo que más inversores quisieran comprar estos bonos.
Las rentabilidades esperadas para casi todos los activos son menores ahora que hace 10 años. ¿En qué inversiones sugieren invertir en 2016 con vistas al 2026? De menor a mayor volatilidad (el riesgo medido en variación sobre el precio, que no es lo mismo que el riesgo de quiebra o de perder tu dinero) serían:
- bonos americanos de alto riesgo (US high yield bonds),
- acciones inglesas y europeas ( UK y European equities),
- acciones japonesas (Japan equities) y
- acciones de mercados emergentes (Emerging market equities), pero en ningún caso superando rentabilidades anuales del 6%.
Especialmente llamativa es la bajísima rentabilidad esperada del mercado americano, en torno a un 2%, lo que se explicaría por su situación de máximos históricos con valoraciones por beneficio bastante por encima de la media histórica y rentabilidad por dividendo relativamente baja.
No debemos tomar estas predicciones como mantras o seguras, pero si que nos deben de hacer pensar, ¿parece razonable invertir ahora mucho dinero en un fondo de acciones americanas? No.
¿Parece razonable esperar alguna corrección en los mercados emergentes, japones o europeo para entrar con parte de mi dinero? Desde luego bastante más.
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